El objetivo de este proyecto cuyo costo aproximado fue de 500 millones, fue adecuar, recuperar y embellecer los separadores viales comprendidos en los ejes viales Calle 56 y Avenida la Rosita.

Se hizo la reconstrucción de la totalidad del separador entre la carrera 27 y la carrera 15, la adecuación de esquineros, rampas en cruces y siembra de especies vegetales, así como la tala de unos pocos árboles enfermos, los cuales fueron reemplazados en forma inmediata.

La calle 56 fue intervenida entre la carrera 36 y la carrera 17 y aquí el proceso apuntó a recuperar algunos sectores deteriorados del separador, la preparación de tierras, la siembra y la sustitución de algunos árboles. Este proyecto más que una intervención a través de una obra civil, logró armonizar la ciudad, con un propósito ambiental y estético, en sectores de alta movilidad.

Como un paisaje urbano más armónico, y un espacio que cambia la monotonía gris de las avenidas por el color de las flores, podría calificarse la recuperación paisajística realizada por el Área Metropolitana en los separadores viales de la avenida La Rosita y la calle 56, donde la aridez de la tierra y el cemento sin sentido, se cambiaron por plantas multicolores y nuevos árboles que hoy le dan una mejor cara a esos sectores urbanos.

Este es el aspecto de la Avenida La Rosita en cercanías al cruce con la Avenida González Valencia

Sobre este mismo eje vial, fueron sembrados cerca de 15 árboles de la especie lluvia dorada, el cual tiene un muy rápido crecimiento y su floración es muy bella, siendo además una especie nativa americana.