Este parque metropolitano se constituye en un área de interés estratégico metropolitano con condiciones de amenaza por afectación a los recursos naturales que requiere de intervención con miras a mitigar y proteger tanto la flora y fauna nativa, como las condiciones de calidad de vida de los ciudadanos dentro de su área de influencia, siendo este espacio de natural de alto valor ambiental, topografía de pendientes importantes, formaciones geomorfológicas que requieren mejoramiento para garantizar estabilidad del terreno, razón por la cual merece tratamiento de conservación y atención preferente.
El parque dispondrá de mobiliario lúdico de uso familiar en el cual podrán hacer uso desde los más chicos hasta personas de la tercera edad. Mobiliario de primera calidad que antes no contaban los habitantes de la ciudad. Redes de escalada, redes de actividad pasiva, columpios, resbaladeros y juegos infantiles hacen parte del catálogo que se encontrará en el Parque La Ceiba. Las zonas de encuentro serán los articuladores de los senderos que se convierten en el espacio adecuado para disponer bancas para que el usuario pueda observar los elementos naturales y sentarse a descansar.
Al ser una topografía agresiva, los senderos se disponen bajo los caminos naturales que se encuentran actualmente y en el mismo sentido de las cotas, para que el parque pueda ser accesible a todo usuario. El material de los senderos será permeable para que permanezcan en la mejor calidad y no sean espacios que acumulen residuos del paso humano como basura. Los senderos contarán con barandas y además estarán levantados del suelo para no interferir con los caminos naturales de la flora propia del lugar.
El lugar nace del desaprovechamiento de las huellas ambientales de la ciudad. Se encontraba este bosque en medio del área urbana el cual no tenía ningún uso, pero que se propiciaba como el lugar adecuado que los ciudadanos reclamaban en la ciudad. Además de que contaba con las áreas adecuadas debido a la sombra predominante del lugar, también funcionaba como vínculo entre dos zonas de la ciudad, una mayormente descuidada desde varios años atrás como Morrorico y otra con mejores recursos como Cabecera del Llano. Proponiéndose así un lugar que permitiera el encuentro y la relación entre estos dos lugares, donde los habitantes de cada sector serán iguales.
