En esta Semana Santa que la tradición cultural y religiosa no afecte nuestros ecosistemas

La Palma de Cera, es una especie endémica de las cordilleras colombianas, y por estos días es mayor la extracción de sus cogollos para la elaboración de los ramos que se llevan a la procesión del Domingo de Ramos.

 

 

Recordemos que la palma de cera es símbolo nacional desde 1985 pero con el paso de los años ha llegado a la vía de extinción; es considerada la palma más alta de todas las que existen en el planeta, con ejemplares que alcanzan hasta 60 metros de altura, especialmente en el Valle de Cocora (Quindío). La palma real, como también se le conoce, llega a vivir más de 200 años. De ella depende la vida de muchos animales del bosque, entre ellos el loro orejiamarillo, en grave peligro de extinción.

 

 

Por esta  razón el grupo de Fauna y Flora adscrito al AMB bajo la coordinación del ingeniero Cesar García, conjuntamente con la Corporación CDMB y la Policía Ambiental, realizará operativos de control al tráfico ilegal de la palma que es traída de zonas rurales cercanas al Área Metropolitana de Bucaramanga, aunque, aclara que últimamente están vendiendo Palmiche, pero que al igual deben contar con el permiso respectivo de la autoridad ambiental competente de dónde se está haciendo el aprovechamiento de las mismas, de lo contrario será objeto de incautación por parte de las autoridades.

 

 

 

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